Durante la actividad, que contó con exposición del investigador de Costa Rica, Marlon Salazar, se enfatizó en la relevancia de fortalecer y desarrollar la investigación ambiental.

Por Constanza Saavedra

Costa Rica, con el 6.5% de la biodiversidad mundial, lleva a cabo un proceso de gestión de sus recursos mediante un sistema integrado de áreas protegidas, comprometido con una Estrategia Nacional de Biodiversidad 2016-2025, donde el turismo tiene un papel relevante en la economía nacional y fuente de financiamiento del sistema de protección. Esta realidad fue parte de lo que planteó en su exposición el académico e investigador de la Escuela de Ciencias Exactas y Naturales, Programa de Manejo de Recursos Naturales de la Universidad Estatal a Distancia (Uned) de Costa Rica, Marlon Salazar, durante la clase inaugural del Magíster en Medio Ambiente.

“Costa Rica y la gestión del recurso natural” fue el nombre de la charla donde se abordó la biodiversidad, tipos de áreas protegidas y los desafíos a futuro de la gestión de estos entornos del país centroamericano.

Respecto de los principales desafíos que existen en torno a la protección del medio ambiente y la gestión de áreas protegidas, el expositor afirmó que estos “se centran en aplicar los modelos de gestión adecuados para cada área protegida o entorno natural, que involucre a cada actor dentro del territorio y desarrollar mecanismos financieros que permitan el escalamiento, sostenibilidad y restauración de la biodiversidad. También debemos apoyar la participación de las mujeres (empoderamiento) y los pueblos indígenas en los procesos de gestión de la biodiversidad”.

“Desarrollar la investigación ambiental nos permitirá estar mejor preparados para los desafíos de las próximas décadas”, planteó Marlon Salazar, encargado de Cátedra Políticas de Conservación Uned.

Investigación ambiental

El gran potencial de desarrollo en áreas de turismo en Chile fue otra de las aristas abordadas en la exposición. Sobre un desarrollo turístico que considere la protección ambiental, el expositor de la clase inaugural explicó que “hay que considerar las características de cada área protegida y la capacidad instalada de atención, la región o zona donde se pretende desarrollar la actividad y si se cuenta con las facilidades necesarias de atención, esto considerando siempre mantener los recursos naturales y medir la capacidad de carga del ambiente natural para no afectar negativamente la biodiversidad presente que se quiere gestionar”.

Uno de los temas de relevancia para el Magíster en Medio Ambiente tienen relación con el desarrollo y fortalecimiento de investigación en temas ambientales. En este sentido, Marlon Salazar planteó que “en el contexto actual (pandemia), uno se pregunta si hubiéramos podido prevenir la actual realidad si nos hubiéramos enterado antes de los virus y/o organismos potencialmente patógenos presentes en las especies silvestres y los factores que potencian su escalada al ser humano”.

“Las futuras generaciones, que son más afines a temas tecnológicos, están más preparadas para los desafíos ambientales futuros (aumento del nivel del mar, desertificación extrema, pérdida de la biodiversidad, condiciones extremas de temperaturas, fenómenos climáticos extremos). Aún nos queda mucho por investigar sobre biodiversidad y su rol en el equilibrio del planeta, así que es importante fomentar que los jóvenes se vean interesados en la formación científica y sobre todo de la gestión del recurso natural, que es un tema que incorpora varias ramas profesionales ligadas al medio ambiente y permite esa integralidad tanto de personas como de organizaciones (gubernamentales, ONGs y grupos locales u organizaciones comunitarias)”, añadió el investigador costarricense.